Nueva era fotográfica

Ya quedó atrás la época en que íbamos con emoción a la tienda de fotografía a revelar las fotos de las últimas vacaciones. Hoy en día, antes de llegar a tener una fotografía en papel, ya la hemos visto, disfrutado, analizado e incluso editado en nuestra computadora, gracias a la fotografía digital y sus ventajas. Podría parecer que ser fotógrafo hoy en día está al alcance de todo el mundo.

Una cámara digital no deja de ser una cámara fotográfica, con la diferencia de que en lugar de captar las fotografías en una película química, genera y almacena las imágenes en formato digital. Además, estas máquinas modernas permiten toda una variedad de funciones, como sería la posibilidad de grabar sonido o vídeo.

En 1972, Texas Instruments ya diseñó una cámara sin película, aunque no hay constancia de su construcción. De esta manera, fue la empresa Kodak la primera en desarrollar y registrar una cámara de estas características en 1975. El resultado fue una cámara pesada, de 4 kg, con una resolución de 0.01 megapíxeles. Esta cámara tardó 23 segundos en capturar su primera imagen.

Para determinar la resolución de una cámara fotográfica digital hay que contemplar el sensor de la cámara, que responde a los señales de luz.  Esto, con las cámaras tradicionales, era trabajo de la película. Este sensor está formado de millones de “cubos” que se cargan en respuesta a la luz. Estos “cubos” es lo que conocemos popularmente como píxeles. De la cantidad de píxeles resultante en la imagen, se determinará su tamaño. Para hacerse una idea, los profesionales en el campo afirman que si se hiciera una fotografía química con una cámara compacta, daría una resolución de 30 megapíxeles.

En contra de lo que se cree, la cuenta de píxeles no es el único factor para indicar la resolución de la cámara, ya que la calidad de un sensor se puede ver afectada también por su tamaño, la calidad de la lente o la organización de los píxeles.